Este articulo fue originalmente publicado en Tribuna de Querétaro el día 25 de Octubre del 2021 y se encuentra disponible aquí.
Los derechos del texto corresponden al autor Christopher Cedillo.
?? Miembro del Colectivo Motus
? IG/FB/Tw: @chrisantics
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Además de provocar nuestras emociones, la literatura y el cine retratan algunas de las preocupaciones de la sociedad. Por ejemplo, en el género de ciencia ficción, que también se conoce como ciencia especulativa, se plantean posibles escenarios ante una exacerbada instrumentalización tecnocientífica. Desde esa meditación, es natural que la narrativa se decante por los miedos o las filias, en un destino casi siempre distópico. A través de ese caleidoscopio analítico, uno de los elementos se decanta en la precisión científica dentro de la narrativa y otro, en su uso como planteamiento inicial, únicamente para catapultar la historia, sin pretender mayor explicación.
En este último sentido, el comediante, actor, guionista y director de cine, Jordan Peele, parte de un elemento de la ciencia ficción para plantear otras reflexiones sobre la sociedad estadounidense, en su última película titulada Us (Nosotros en México). Sin intención de spoiler, me centraré en la presentación del conflicto que sucede durante los primeros minutos de la película. Periodo que en sí mismo podría ser un cortometraje de terror: la posibilidad de encontrarte con “otra” persona que es idéntica a ti. Y este no es un escenario del todo innovador. Las interpretaciones más antañas emergen del mito establecido en diferentes culturas y que luego en 1796, el escritor alemán Jean Paul lo popularizó con el término “doppelgänger”, que viene del germánico “doble andante”.
¿Qué tan probable es que esta figura, figure?
En el año 2015, en Australia se llevó a cabo una investigación dirigida por Teghan Lucas. Ésta fue conducida desde la antropometría, que es la rama de la antropología biológica que estudia las dimensiones del cuerpo. Para ello, obtuvieron las medidas de casi 4 mil personas, las cuales son parte de una base datos del personal del ejercito de Estados Unidos, en funciones en 1988. El objetivo de Teghan fue calcular la probabilidad de encontrar individuos iguales cuando se tomaban medidas del rostro de personas. Su motivación no estaba depositada en justificar mitologías o creativas sobre el “doppelgänger”, sino en conocer el potencial de este tipo de análisis para encontrar presuntos criminales capturados en cámaras de vigilancia.
En el estudio demostraron que entre más medidas se toman de un rostro, la posibilidad de encontrar dos iguales disminuye severamente. Pero aun tomando el máximo de datos, que en el estudio fueron 8 distancias faciales, existe la probabilidad de uno en un trillón de encontrar un gemelo antropométrico.
Entonces, es poco probable que le (o te) encuentres por la calle como fruto de la casualidad. Pero quizás es una probabilidad viable para los sistemas de vigilancia que poseen las agencias de inteligencia. Hasta aquí, el encuentro de un “doppelgänger” es posible pero poco probable, aunque no hemos discutido la naturaleza del parecido. ¿Qué tal si se tratase de gemelos homocigotos que no saben la existencia del otro? Esto ya ha pasado y se conocen anécdotas que parecen de ficción… ¿Cómo maginas el encuentro?
*Facultad de Ingeniería y CECRITICC de la UAQ. Contacto IG: @chrisantics
Fuentes:
- Lucas, T., & Henneberg, M. (2015). Are human faces unique? A metric approach to finding single individuals without duplicates in large samples. Disponible: https://www.sciencedirect.com/science/article/abs/pii/S0379073815003758